top of page

Un rumbo distinto

Un rumbo distinto

Un rumbo distinto

Captura de pantalla 2018-11-13 a la(s) 8

-

 

Captura de pantalla 2018-11-13 a la(s) 8

Familias ubicadas en la colonia El Jagual. Corinto, Valle del Cauca.

(Fotos tomadas de la Biblioteca Jorge Garcés Borrero)

Ryoko tenía 15 años cuando la Guerra del Pacífico terminó y la colonia El Jagual se desintegró y terminó abandonada. Los suelos ya estaban demasiado deteriorados y sus habitantes decidieron movilizarse a las ciudades para mejorar su calidad de vida ya que el contrato con la compañía de migración, había caducado. La tierra fue vendida y con ese dinero adquirieron varios tractores para trabajar los cultivos. Actualmente la zona donde era la colonia tiene plantaciones de caña de azúcar y fábricas de panela.

 

Los Teshima se establecieron en Palmira donde el padre de Ryoko se siguió desempeñando en la agricultura. Sus hermanos terminaron de estudiar, mientras ella aprendió a coser y a perfeccionar sus habilidades. Unos años después, empezó a trabajar en la Legación de Japón en Colombia, donde laboraba como intérprete pues hablaba muy bien japonés y aunque con algunas dificultades, manejaba el español.

 

Algunos hombres emigraron desde Japón antes de las tres generaciones sin ayuda de alguna compañía, se asentaron en las principales ciudades, como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. Luego de un tiempo, hicieron acuerdos con familias de Japón para que les enviaran a Colombia mujeres con las cuales casarse. Esta se convirtió en una tradición de la cual incluso Ryoko hizo parte y como tenía 26 años, aún no manejaba de manera eficaz el español y hasta ahora no había tenido ninguna relación amorosa, su familia decidió casarla con un joven japonés, incluso aunque no lo conociera. Una semana después de que Tsutae llegara a Palmira, Valle del Cauca, los novios contrajeron matrimonio, fruto del cual, nacieron sus tres hijas, Luz Mary, Liliana y Susana.

bottom of page